sábado, 22 de enero de 2011

Band Of Brothers vs The Pacific

Efectivamente. Ya llevamos una década disfrutando de sobresaliente ficción en la pequeña pantalla. ¿Mejor que la de la grande? Seguramente. HBO ya había producido excelentes tv movies desde finales de los 80 pero han sido las series y mini series las que han colocado a esta productora/canal de pago en el referente de la calidad. En otras palabras, HBO es a la ficción catódica lo que Pixar es a la animación.
Ejemplos, afortunadamente, hay muchos. Desde Los Soprano a Roma pasando por Sexo en NY.

Otra de esas joyas llegó en 2001. Apadrinada por Steven Spielberg y Tom Hanks, Band Of Brothers es una obra maestra que no solo va más allá de lo que vimos en Salvar al soldado Ryan sino que ofrece una visión global inédita de la Segunda Guerra Mundial en Europa, desde los campos de entrenamiento hasta la caída de Berlín, a través de los componentes de la Compañía Easy, un grupo de chavales que sufren un auténtico infierno y que nos muestran la guerra tal y como es, con licencias dramáticas, sí, pero con una crudeza e intensidad que yo no había visto nunca. Band of Brothers (también Salvar al soldado Ryan) pretendía (y consigue) homenajear a todos aquellos norteamericanos que se jugaron la vida, y en muchos casos se la dejaron, en los campos o playas de Francia, Holanda o Alemania basándose en testimonios de supervivientes y en las palabras escritas por el historiador y biógrafo Stephen Ambrose en su novela homónima.

¿Y nosotros qué? les preguntaron a Hanks y a Spielberg los veteranos de la guerra en el Pacífico. Y claro, dado que Band of Brothers (Hermanos de sangre) salió muy bien (incluido el apartado económico) por qué no abordar lo ocurrido en el otro gran frente de la 2ª Guerra Mundial. De hecho, Spielberg ya lo había hecho como productor en Banderas de nuestros padres y Cartas desde Iwo Jima, ambas de Clint Eastwood. El resultado es The Pacific, estrenada en 2010. Aquí no había un referente literario claro sino varios y las comparaciones con su predecesora son evidentes:


  1. Si en Band of Brothers seguíamos a una compañía, en The Pacific los protagonistas son tres soldados: Eugene SledgeRobert Leckie y John Basilone.
  2. En la miniserie de 2001 empezamos en el campo de entrenamiento pero en The Pacific vemos la vida en casa antes de partir al frente.
  3. En la guerra europea hubo más escenarios (países, ciudades) mientras que en el conflicto contra Japón selva, selva y más selva. Bueno, en Iwo Jima eran cenizas volcánicas.
  4. Si Band of Brothers conservaba la estética de Salvar al soldado Ryan, The Pacific ha tenido muy en cuenta La delgada línea roja y Banderas de nuestros padres, sobre todo la primera.
  5. La imagen de los nazis es muy diferente que la dada de los japoneses. Básicamente unos salvajes kamikaces.
La repetición de escenarios y de situaciones provoca que The Pacific sea más monótona que Band of Brothers. La música de Hans Zimmer y compañía no está a la altura de lo creado por Michael Kamen, con mucha más alma. En The Pacific, oímos un refrito de La delgada línea roja y Pearl Harbor. Pero, siendo justos, es un buen refrito con pasajes conmovedores y de gran intensidad emocional. 




A pesar de todo, yo he aprendido mucho de batallas muy desconocidas (intencionadamente ocultadas diría yo) como la de Peleliu, una sangría de la que no se habla tanto como de las de Guadalcanal u Okinawa. Sabíamos que fue horrible, espantoso, pero verlo en primer plano y dentro del salón de tu casa es otra cosa bien distinta. En The Pacific volvemos a bañarnos en sangre, vísceras, miembros mutilados, lodo y mierda. Por no hablar de la apología del tabaco. Me imagino a Leire Pajín (ministra de Sanidad por si no me lees desde España) diciendo a estos tíos que no se puede fumar ni en las tiendas, ni en las letrinas, ni en ninguna de las zonas comunes. Es que se la comen. 


Es todo un acierto el contar con rostros desconocidos para el gran público, necesario para la identificación espectador-soldado.


Puede que Band of Brothers sea superior, pero indudablemente las dos son series de primera categoría, tanto a nivel técnico como interpretativo. En ambas hay secuencias que se salen. Prodigio de puesta en escena y montaje. Yo las pondría a todos los estudiantes de bachillerato del mundo, a pesar de la (segura) visión parcial (yanki) de ambos frentes.


Una anécdota personal para acabar. Ahora entiendo su verdadero significado. Cuando visitaba en Washington el Smithsonian (impresionante), a la altura de la exposición de los aviones de la Segunda Guerra Mundial, me encontré a un anciano en silla de ruedas empujada por (aparentemente) su mujer. Llevaba una visera militar azul. A su lado, otro anciano con una visera similar. Silencio. A los pocos minutos, el que se mantenía de pie pregunta al de la silla de ruedas dónde había luchado. Le respondió aunque no recuerdo que. Al oírlo dice: "Hicisteis un buen trabajo allí". En esto, la mujer toma la palabra y dice: "Y tanto, ¡volvió a casa vivo!. Pues eso. 

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